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CRÓNICA MUSICAL | La perla cubana Kamankola dejó a todos «con la lengua fuera» en Durango

Iban Gorriti

Mugalari.info disecciona el concierto que el cubano Kamankola dio el pasado sábado en Durango. Fue su primer directo en Europa con una banda profesional hecha a modo de puzzle internacional de alta gama. El sábado toca en Madrid y promete visita a finales de mes a la villa vizcaina en que tan buenas amistades ha forjado quien ha hecho realidad en La Habana el primer disco nacional sacado adelante por medio de crowfunding. Ha hecho historia.

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Casi la banda al completo sobre el escenario de Ezkurdi, Durango. |PHOTO | Iban Gorriti

Y el caimán puso sus pies en Durango. Subió al escenario con tantos músicos como patas tiene un solífugo, pacífico, pero armado de letras hasta los dientes. Lo llaman Jorgito y hace dos años se empeñó en dar órdenes tanto a sus diez huellas dactilares, seis cuerdas y a una mente que nació en el barrio de El Cerro, en su Habana del sistema cardiaco.

El concierto de Ezkurdi -arteria principal de Durango y río con calles afluentes practicantes de la fiesta más jaranera- llegó a ser una realidad. Quienes seguimos la labor de los hermanos Hernández de la villa para traer a Kamankola a casa, no pudimos más que aplaudir el hecho de que todo estuviera preparado ya antes de comenzar el set.

El público presente. Todos los esfuerzos de promo, de entrevistas, de ensayos, de contactos mil, de enredar a las redes sociales, de repartos de flyers del mismo Jorge y su compañera Rosario por las zonas festivas días anteriore… tuvo su recompensa de presencia. Quizás se echó en falta el compromiso de personas jóvenes. El trovador-rapero cubano fue de los más jóvenes del lugar en hora punta, pero al fin y al cabo… ellos y ellas perdieron una oportunidad -casi- única.

Bajo los pies del cantautor isleño, un escenario de quilates con luces de lujo y músicos de primera línea. El sonido cristalino, perfecto. Y allí comenzó todo en una noche de temperatura caribeña. Ya en la primera canción, con tan pocos ensayos, la banda internacional sonaba sincronizada, a tempo.

Dos músicos de Iparralde, otro de Hegoalde,  venezolano, tres cubanos… ¡Candela! Todos con una técnica profesional. No creo confundirme al decir que pocas veces se han alineado tantos planetas, astros musicales juntos en este Durango.

A una mezcolanza de la novísima trova de fusión cubana, Kamankola sacó su vena rapera de años atrás aportando vatios vocales que en algunos momentos podrían llegar a ser considerados de parámetros de espíritu punk latino por su efusividad. Huellas arrancadas de raíz.

En el repertorio, la joya es ‘Los centinelas me fusilan’, una melodía que desde el primer día que la escuché mano a mano en casa de ‘El Johny’, exguitarrista de Martxoak 31, me atrapó. Sus estrofas y estribillo me capturaron. Es lo más ‘puro’ habano. Podría ser el tema principal de una segunda hipotética parte de la buenísima película ‘Habana Blues’, de Benito Zambrano.

El film, además, de amplifica al mundo el underground musical de la isla, abundaba como ninguna otra en la amistad. En las formas de tejer compañía. Jorgito es un number one. Cercano, como Rosario, desde el primer arpegio de este hombre que vive «sobre un reptil disecado».

| SALIDA DEL SOL EN LAS PUPILAS | El concierto avanzaba entre aplausos y sonrisas del personal que indicaban sorpresa agradable, de algún modo les «salía el sol en las pupilas». Calaron entre el público temas como ‘El oleaje de tus piernas’ con recuerdo al ‘Love me do’ de The Beatles, la tan maravillosa como pegadiza a la masa gris que es ‘La ponina’ o la partitura que da título a su ópera prima en formato de CD, ‘Antes que lo prohíban’. Por cierto, este ha sido el primer disco que un cantante cubano saca adelante a través del mecenazgo social llamado crowfunding.

Entre tema y tema, una guitarra remitía a Santana, más adelante otra sucumbía en rifss progresivos… El Johny también se arrancaba desde la segunda fila, tratando, una vez más de aportar sencillez complicada. Jonan Hernández ha sido el escudero de Kamankola al defender las canciones en el formato más próximo como en la FNAC o en La Bodega del medio -cubana-, de Artekalea, Durango.

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Jorge elige el repertorio para el set acústico a dos guitarars en La Bodeguita del Medio, de Durango. | PHOTO | I. Gorriti

A los ases del mástil había que unir la buena conexión del tándem rítmico en un estilo musical nada fácil que fusiona los estilos internacionales con otros de más esencia cubana. El venezolano dirigía con su bajo una gran banda e Iban Larreboure, de Anglet, tocaba la batería con exquisito gusto y precisión.

El teclado acolchaba el conjunto y un cubano ponía la salsa con su percusión preciosista. Los metales sonaban tan empastados y bien ecualizados que las orejas aplaudían casi antes que las manos. A esto sumar la elegancia sobre el escenario de una corista paisana de Jorge. La guinda la puso en varias canciones la belleza -plástica también- de Dairy Brown, también procedente de la isla de cocodrilo. Sublime en muchos momentos.

|REVOLUCIONARIO REVOLUCIONADO | El autor e intérprete parecía estar flotando. Decía Lao que el agradecimiento es la memoria del corazón y en su caso lo hizo presente: lo puso a palpitar, revolucionario, revolucionado. Expresó sus emociones desde el primer momento, con el alma entre los dientes, mullido en su lengua. Cantó casi emocionado ante el centinela, desorbitado en los versos rapeados.

A día de hoy, aún hay uno que sigue gritando a sus propios oídos: «Vamos a hacer una ponina -recolecta- para comprar un suspiro a la Habana», ciudad que se muere y preparada para el viajero extranjero.  Pero lo más importante es que como dice otra de sus canciones gozamos su ritmo y «todos nos quedamos con la lengua fuera» ante un tío con una camiseta que para muchos pasó desapercibida pero aquí queda como última frase: «Debekatuta debekatzea».

 

 

 

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