Fallece el durangués Ricardo Doliwa, socio de Odi-Bakar y constructor del yate anclado en su chalé de Galtzareta

Mugalari

· Era hijo del industrial conocido en la villa como El Alemán, berlinés que acabó afincándose en Euskadi

Ayer, falleció el durangués Ricardo Doliwa Gerhart a los 77 años de edad. Hoy viernes se oficia el funeral católico por su persona en Santa María de Uribarri a las siete de la tarde.

Ricardo era hijo de otro Ricardo conocido como El Alemán nacido en Berlín en 1901 y  que se acabó afincando en Durango. La familia junto a otros socios pusieron en marcha la empresa Odi-Bakar en 1930, ubicada en la actualidad en Iurreta. Muchos habitantes de la villa conocen, además, la curiosidad de que en su chalé de la calle Galtzareta -junto a Kurutziaga ikastola- hay un yate que el ahora finado construyó (como se aprecia en la foto sacada ayer cuando dos ambulancias visitaron el hogar familiar).

El famoso yate construido por Ricardo Doliwa, su cara arriba. · PHOTO · B.D.

Ricardo hijo fallece el año en el que se cumplen 40 años de la pérdida de El Alemán. De hecho, la asociación de amigos Gerediaga Elkartea lo recordaba a finales del año pasado: «Se cumplen 40 años del fallecimiento de Ricardo Doliwa. Autor de muchas instantáneas sobre la comarca del Duranguesado, muchas de ellas son parte del archivo fotográfico de la asociación. Doce de ellas se han seleccionado para ilustrar el calendario de este año».

Juantxo Egaña también ha escrito sobre el padre del ayer fallecido. Esta es la breve biografía que el guipuzcoano escribió:

Ricardo Doliwa, El Alemán (Berlín 1901- Durango 1976)

Industrial afincado en Durango desde los años 30, compaginó sus quehaceres profesionales con su gran pasión por la fotografía. Durante 30 años inmortalizó con su inseparable máquina fotográfica un sin número de imágenes de la vida cotidiana de sus convecinos.

Ricardo Doliwa padre que falleció hace 40 años.

La curiosidad de Ricardo nos ha regalado unas fotografías que plasman la realidad de aquellos duros años de las década de 1940 y 1950 con fotografías sorprendentes, como la presencia de soldados alemanes de la 2ª guerra mundial en Durango, los omnipresentes actos religiosos de lá época, fiestas, paisajes y todo un mural de testimonios gráficos impagables.

Entre 1940 y 1950 Doliwa fotografió a su entorno, a sus vecinos, a baserritarras trabajando la tierra, a la pequeña industria, los desastres, como el producido tras los vientos huracanados de 15 de febrero de 1941; procesiones, romerías en Urkiola y hasta soldados alemanes en Durango durante el transcurso de la II Guerra Mundial.

Siempre viajaba con su cámara fotográfica y según se desprende por sus más allegados, Doliwa tenía un especial aprecio a Urkiola y al monte Saibigain.

Nació en Berlín en 1901, Doliwa trasladó su residencia a Durango por razones de trabajo. La afición por la fotografía le vino desde muy joven, siendo su primera cámara fotográfica una Ernemann de fuelle de 6×6 fabricada en Dresde. Tras la guerra del 36 se compró una Super Ikonta, también de 6×6, después una Contax y una Leica para negativos de 35mm con tres ópticas. Los negativos los revelaba en el laboratorio fotográfico que tenía instalado en su casa. Algunas de sus imágenes fueron publicadas en libros y revistas, aunque sin que apareciera el nombre de su autor.

Realizó fotografías hasta 1965.Con textos de José María Uriarte se editó un libro y se hizo una exposición en el Museo de Arte e Historia de Durango con la obra del fotógrafo aficionado alemán Ricardo Doliwa, ahora hace unos años. Hoy en día la familia conserva su archivo de imágenes, que consta de varios miles de negativos, diaspositivas y fotografías recogidas en álbumes.