«EH Bildu creemos necesario que toda esa gente trabajadora inmigrante que también construyó Durango, reciba un merecido reconocimiento»

El grupo municipal EH Bildu ha redactado una moción para presentar en la próxima sesión plenaria que tiene como objeto la creación de una beca de investigación en el Ayuntamiento. Esta investigación -en caso de que se apruebe el martes 24- deberá analizar la aportación económica, social y cultural que han hecho todas las personas trabajadoras que vinieron durante 1950-1980 desde las provincias y comunidades del Estado español.

Rafa, Aritz, Irati y Antonio. · PHOTO · Eider Uribe

Así lo ha dado a conocer, Aritz Bravo, concejal de la coalición abertzale, en una rueda de prensa junto a los durangueses Iraide Donaire, Rafa Peñafiel y Antonio Bueno, inmigrantes o descendientes de personas llegadas a trabajar a la villa vizcaina.

· Homenaje pendiente · Bravo estima que todas las personas que se asentaron en el municipio deben recibir un homenaje. «Desde EH Bildu creemos necesario que toda esa gente trabajadora que también construyó Durango, reciba un merecido reconocimiento. Y en este homenaje, el Ayuntamiento de Durango también tiene mucho que hacer, para en cierta manera, devolver todo lo que hicieron para el pueblo, aunque sea en una forma simbólica».

El edil abertzale lamenta que estas personas hayan sido de alguna forma marginadas y llamadas con términos xenófobos como «maketo, belarrimotz, coreano, manchurriano… fueron una realidad en toda Euskal Herria y Durango no fue una excepción. Creemos que mucha gente sufrió con este tipo de discriminación, que hoy en día también se pueden oír. Y posiblemente, estos términos también han sufrido sus hijas e hijos, e incluso nietas y nietos».

Publicamos, a continuación, el texto íntegro de la moción de EH Bildu

Durante largos siglos Euskal Herria ha sido un pueblo de emigrantes. Buen ejemplo de ello son la infinidad de comunidades vascas que se encuentran diseminadas por toda la geografía mundial: Argentina, Colombia, Estados Unidos, Chile,…

Mas toda esta migración se detuvo en gran medida y cambió de signo a partir de 1870, por lo menos en Bizkaia, con la llegada de la industrialización. Este cambio en las tendencias migratorias llegó a su cenit entre las décadas 50-70 del siglo XX, con una migración masiva de diferentes zonas, provincias y comunidades del estado español, como Andalucía, Castilla y León, Galicia o Extremadura a zonas donde había más oportunidades laborales, como fue Euskal Herria (entre otras partes, como Catalunya o Madrid).

Toda esta migración, no podía ser de otra forma, tuvo un gran efecto en las zonas de acogida, más allá incluso de lo meramente demográfico. En el aspecto social, cultural y económico también, la repercusión fue considerable, y en gran medida, tuvo una gran importancia en el desarrollo socio-económico que vivió Euskal Herria en esas fechas.

Durango, cómo no, no fue excepción en este proceso global. Viendo solamente los datos demográficos, apreciamos cómo subió la población en esa época: algo más de 9.000 personas vivían en 1950 en Durango, mientras que la población en 1979 superaba las 27.000 personas. Es decir, en tres décadas llegó casi a triplicarse la población duranguesa.

Esto nos permite ver que dentro de esa masiva migración que se dio en el Estado español, Durango vivió una profunda transformación. A nuestro pueblo llegaron miles y miles de personas trabajadoras desde diferentes lugares. Ejemplo de ello son los diversos centros culturales que a día de hoy siguen todavía trabajando en el pueblo, con diferentes actos y celebraciones abiertas a toda la ciudadanía.

Así, hay que entender que Durango, igual que Euskal Herria, es un pueblo que, en gran medida, ha sido forjada con el sudor de esas gentes trabajadoras. Aquellas que, en busca de una oportunidad negada, tuvieron que dejar sus casas y las tierras que les vieron nacer, y llegaron a Durango, con la ilusión de trabajar y aportar en todo lo que podían a ese pueblo que en su día los acogió.

El Durango que tenemos hoy en día, su carácter, es un producto compartido, creada de la unión de gente nacida aquí o allí, más cerca o más lejos, todas juntas.

Por todo ello, desde EH Bildu creemos necesario que toda esa gente trabajadora que también construyó Durango, reciba un merecido reconocimiento. Y en este homenaje, el Ayuntamiento de Durango también tiene mucho que hacer, para en cierta manera, devolver todo lo que hicieron para el pueblo, aunque sea en una forma simbólica.

Así, el Pleno Municipal de Durango acuerda:

1. La creación de una beca de investigación que analice la aportación económica, social y cultural que han hecho todas las personas trabajadoras que vinieron durante 1950-1980 desde las provincias y comunidades del estado español.
2. La investigación tendrá como objetivo integrar las experiencias personales de dichas personas, poniendo el relieve estas vivencias. Para ello, la investigación se planteará de una manera participativa, en colaboración con los centros culturales, asociaciones de barrios y las mismas personas protagonistas.
3. Los detalles sobre esta beca se perfilarán en una comisión especial, en el que se fomentara la participación de diferentes asociaciones y centros. Si por algún motivo resulta imposible, se tratará en la de Cultura.