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CARTA EMOTIVA · «Cuantas más veces dices ‘Izar’ más quieres a ‘Izar'»

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Mugalari.info

Una carta tan natural como cariñosa se ha vuelto viral en los últimos días y lo ha sido así, sin la voluntad de la familia. Un niño -como otros- en Bizkaia se siente niña, por lo que es niña. Su madre y su padre escribieron la misiva con el amor que les brota desde el día de su nacimiento y que es recíproco con su hija y resto de hermanos. El objetivo era anunciar a los suyos el sentimiento identitario de la menor.

La carta de tan bonita que es se ha salido de los cauces de amistades y familias de su querido cole. Querían compartirlo tan solo con  padres y madres del centro educativo. Deseaban intimidad, por respetar la identidad de la joven tras tres años y medio de cambios naturales. Y el texto ha ocupado espacio en medios de comunicación. Desde estas líneas, saludamos a llamémosla, por ejemplo, Izar, y a su amatxo Ilargi y aitatxu Eguzki, así como a sus hermanos.

Con su permiso solicitado, publicamos a continuación la carta con determinados cambios que preservan identidades de la –recuerden que es- menor, su familia y centro educativo, así como localidad en la que residen porque lo natural es que sean libres. Los nombres -por petición expresa de la madre y el padre- son ficticios y no citaremos ni colegio ni el municipio en el que residen porque el mensaje solo buscaba la natural intimidad.

transgénero

Kaixo gurasoak:

Somos una madre y un padre que, como todos y todas vosotras, queremos y perseguimos lo mejor para nuestros hijos e hijas, a quienes tratamos de transmitir todo el amor del mundo y de inculcar valores como el respeto, la solidaridad, la generosidad, el compromiso, la honradez, la honestidad, el esfuerzo, la igualdad o la libertad. Valores que creemos compartir con todos vosotros y vosotras. Valores en los que también se reconoce el centro educativo en el que estudia.

Os escribimos a vosotros y a vosotras porque IZAR, a la que conocéis, es compañera de gela de vuestro hijo o hija. No, no nos hemos confundido: IZAR. Nos equivocamos en su día, hace ya cinco años y un mes, cuando pensamos que IZAR era un chico, le pusimos de nombre ASIER y le traspasamos la ropa de su hermano, y no la de su hermana… ¡Cómo no íbamos a equivocarnos si le asignamos su sexo fijándonos únicamente en sus genitales!

Nos confundimos entonces, es cierto, pero en nuestra casa muy pronto caímos en la cuenta de nuestra equivocación. No sabríamos precisaros exactamente cuándo, si al año, al año y medio o a los dos años, pero muy pronto vimos, supimos y comprendimos que ASIER, como le llamábamos entonces (y como le hemos estado llamando hasta hace escasos días), era una niña. Una niña con pene, es cierto. Ni la primera ni la última. Pero una niña.

“Ni neska naiz”. Juraríamos que esa fue la primera frase con sujeto, verbo y predicado que construyó IZAR. Una frase que no ha dejado de pronunciar un solo día desde entonces, y habrán pasado ya unos tres años… o más. En todo este tiempo, y tras superar las lógicas dudas iniciales, siempre hemos visto y querido a IZAR como una niña, pero hemos respetado sus ritmos y sus tiempos. Si a los mayores en ocasiones nos cuesta tanto decidir qué zapatos ponernos o dónde ir de vacaciones, cómo no le va a costar a una niña de cuatro o cinco años decir a todas las personas que conoce que están equivocadas, que ella no es un niño sino una niña, y que si tiene pitilín es porque hay otras muchas niñas que también lo tienen, del mismo modo que hay niños que tienen vulva, y que a partir de ahora quiere que le llamemos por su verdadero nombre, que es IZAR, y no por el que por error le asignaron su aita y su ama…

IZAR ha marcado los tiempos. Sus tiempos. Ella ha decidido qué hacer en cada momento. Nosotros nos hemos limitado a acompañarle, a arroparle, a comprenderle, a quererle y a hacerle sentirse acompañada, arropada, comprendida y querida. Al principio, IZAR solo se manifestaba como chica cuando se sentía protegida, en espacios de confort (nuestra casa, la casa de aitite y amama, el baserri de amama, donde izeko y osaba o de vacaciones, donde nadie sabía si era ASIER, IZAR, niño, niña, de BIZKAIA o Sebastopol…).

El siguiente paso le llevó a vestirse como lo que se siente y como lo que es, una niña, en aquellas ocasiones en que ella, observadora, había detectado que la gente se vestía de forma… especial. Seguramente, muchos y muchas de vosotras habréis visto a ASIER vestido de neskatila en el mercado de Santo Tomás o en las fiestas del Carmen: “Si ellos se visten como quieren, ¿por qué no voy a hacerlo yo?”. Pura y demoledora lógica infantil. Si nos hubiésemos encontrado este agosto, habríais visto a ASIER con un bikini naranja, un vestido blanco o una falda rosa. Lo que queremos explicaros con estos ejemplos es que ASIER pasaba automáticamente a ser IZAR en el preciso instante en que se sentía a salvo del ‘qué dirán’, en cuanto se sentía acompañada por las personas que ya conocíamos su ‘secreto’: “Ni neska naiz”.

El último y definitivo paso lo ha dado IZAR esta Semana Santa. Estando de vacaciones y, por tanto, sintiéndose más segura y protegida, nos pidió que dejáramos de llamarle ASIER: quería que le llamáramos IZAR. Pero, en un principio, solo los de casa. En la ikastola y en la calle, un poco más tarde. Sin prisa. “Oraindik ez nago prest” o “Pentsatuko dot”, nos decía.

En el mes escaso que ha transcurrido desde entonces, hemos recabado la información y las opiniones que necesitábamos para afrontar de la mejor manera esta nueva situación. Hemos escuchado a profesionales, expertos y miembros de las asociaciones que trabajan en este ámbito. Y hemos contactado, lógicamente, con la andereño de IZAR, con la dirección y con las responsables pedagógicas de su cole, de quienes hemos recibido un trato exquisito en lo profesional e impagable en lo humano.

¡Nos equivocamos al asignarle el sexo, pero no nos equivocamos al elegir su ikastola! E IZAR, ahora sí, está ya preparada para ser IZAR también en la ikastola. De hecho, tenía previsto anunciarlo a sus compañeros y compañeras este viernes, pero tenía tantas ganas que se lo ha contado este miércoles… ¡y es la persona más feliz del mundo!

La de IZAR es la primera situación de este tipo que se vive en su centro educativo desde su apertura. También es el primer reto de este tipo que afrontamos como aita y ama. ¡Así que todos primerizos! De la mano de la ikastola nos disponemos a recorrer este camino tan desconocido pero tan ilusionante que nos ha indicado la vida. Un camino que, como aitas y amas que sois de la gela de IZAR, os invitamos a que recorráis de nuestra mano, de la mano de vuestros hijos e hijas, de la mano del colegio.

Por eso os escribimos. Para comunicaros que desde este viernes, 4 de mayo, IZAR va a dejar de ser IZAR solo en casa: también va a ser IZAR en la ikastola, en la plaza, en el parque, en el cine, en un barrio; en otro, en Santo Tomás y en las fiestas del Carmen, pero también en fiestas, y en Santa Ageda, y en Carnavales, y los lunes de otoño que llueva, y los jueves de invierno que nieve…

No estamos en posición de exigiros nada, y menos aún en aquello que incumba a la educación de vuestros hijos e hijas. Tampoco os pedimos comprensión, aunque mentiríamos si dijéramos que no la agradeceríamos. Sí nos atrevemos a animaros a que respetéis la decisión que IZAR ha adoptado libre y felizmente y a que, a partir de ahora, le llaméis por su nombre, IZAR, y le tratéis como lo que es y lo que quiere ser, una persona normal y feliz.

Eskerrik asko bihotz-bihotzez!

P.D. No pasa nada si, sobre todo al principio, le llamáis ASIER y no IZAR. Si supierais el lío que tenemos en casa con los nombres… ¡De traca! Un mes después, calculamos que nosotros todavía le llamamos una vez ASIER por cada tres veces que le llamamos IZAR (esta carta es un buen ejemplo: menudo nahaste). Eso sí, os garantizamos que la práctica ayuda: cuantas más veces dices IZAR más quieres a IZAR. Pruébalo y verás”.

Fdo. Ilargi, Eguzki eta Izar

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