Ostirala,
2024ko Apirilak26

MugaKultura

loader-image
Durango
4:43 pm,
temperature icon 16°C
Humidity 79 %
Ráfagas de viento: 10 Km/h

16 años hoy sin Oteiza, exponente de la escultura vasca que criticó la plaza de Ezkurdi de Durango en 1976

Este martes se cumplen 16 años de la muerte del artista Jorge Oteiza. Lo ha recordado el museo de su fundación. El malogrado escultor -uno de los máximos exponentes vascos de esta disciplina- realizó en 1976 una crítica al actual parque de Ezkurdi. Gracias a la colaboración de Kultura Kultura, publicamos hoy parte de la tesis doctoral de Emma López Bahut, realizada en la Universidades da Coruña titulada Jorge Oteiza y lo arquitectónico. De a estatua-masa al espacio público (1948-1960). El texto aporta una reflexión de hace cuatro décadas a la propuesta electoral del PNV local de posibles cambios en este lugar y mientras continúa el ir y venir de informaciones nada claras sobre el PERI del ferrocarril y su proyecto inicial Operación+Durango, de ETS.

Oteiza

El estudio nos permite saber que en marzo de 1976 Oteiza estuvo en la plaza de Ezkurdi. Tras la visita, escribió un texto breve, pero muy esclarecedor, criticando duramente la obra y exponiendo sus ideas sobre cómo debería entenderse este espacio urbano. Este texto nunca llega a publicarse ni ha sido editado. «Encontramos varios documentos, cuatro a mano y otra hoja mecanoscrita más elaborada, titulada: “Plaza Ezkurdi (Durango). De la plaza-lugar a plaza parque-objeto-protegido», expone López.

Siempre según sus palabras, Oteiza no critica la obra de Fullaondo por ser una plaza verde, un espacio donde se recupera la Naturaleza dentro de la ciudad. Pero el problema es que en la plaza de Ezkurdi se trata lo natural como ornamentación únicamente, sin ningún tipo de función más. Se trata de lirismo poético subjetivo, considerando en sus notas que: “La música de Fullaondo no es la del arquitecto sino la del escritor”.

Sus recelos ante esta plaza provienen de la idea, ya mantenida en innumerables ocasiones como en la plaza-monumento al Foguerer de Alicante, de que el ciudadano es el protagonista del espacio público, y desde él y para él ha de ser concebido. Afirma que: “El agente formal de la plaza es la gente”.

Sin título-1

Imagen de la plaza Ezkurdi recién inaugurada en 1971. PHOTO. López Bahut

En el texto recuerda que el arquitecto al proyectar una plaza no solo la diseña espacial y formalmente, sino que además establece, aunque no sea su objetivo, un modelo de convivencia y de conducta. Desde este punto de vista, la plaza de Ezkurdi no posee las características propias de una plaza vasca. Por ello Oteiza vuelve su mirada a la tradición, recordando qué suponía antiguamente la plaza en los pueblos vascos: “Ya no vive la gente su pueblo, como ha sido nuestra tradición. La gente vivía su plaza, la concebía como un E (espacio) desocupado, multifuncional, múltiples servicios”.

Considera que entre la propuesta de Fullaondo y Olavarría existe contradicción con lo que es una plaza vasca. Cree que además de un espacio urbano vacío tiene que acoger diversas funciones, no sólo un jardín, como las que apunta en sus notas:

¿Funciones que faltan? (plaza ornamental)

1.- frontón

2.- juegos-anfiteatro

3.- biblioteca

4.- ikastola experimental

Al final del texto Oteiza señala una posible ampliación de la plaza, proyecto del que no se tiene ninguna otra referencia. Su propuesta consiste en completar las funciones que ya hay y, estéticamente, equilibrar la plaza. Para ellos se crearía una especie de techo a la plaza ya existente, creando un anfiteatro y una zona de juegos.

Oteiza hace referencia a un proyecto suyo, a la intervención en la plaza de los Fueros de Rentería, en 1969, en el que, como sucede en la plaza de Ezkurdi, se varía la cota de la plaza respecto a la calle para protegerla de los automóviles. En Rentería, Oteiza definía dos zonas en la plaza: una verde, como “jardín zona activa o monumental” y otra zona con un edificio-plataforma donde acogería los usos salón de actos, biblioteca, ikastola, etc. Para la zona de representaciones proyectaba una cubierta como protección, opción que plantea años después para la plaza de Ezkurdi.

En el mecanoscrito, Oteiza hace referencia a un libro titulado “Una arquitectura sin edificios”, de Nathan Silver, que no se encuentra en la biblioteca personal del escultor.

Ayúdanos a crecer en cultura difundiendo esta idea.

Bilatu