En este mundo, todo lo diario es complicado. Todo lo que no tiene más descanso que una noche, más margen que 24 horas, tiende a ser costoso. Lo diario genera una cotidianidad, unas costumbres difíciles de romper. Por eso hacer un periódico es una pequeña hazaña. Porque tiene que salir haya o no noticias, diga lo que diga la actualidad; se debe publicar se sepa o no para la hora de cierre el resultado de las cosas. Es difícil porque tiene una dimensión artística o de pensamiento difícil de reglar, poco dada a esa obligatoriedad tan pautada. Evidentemente no es inviable, porque prensa se lleva haciendo siglos y en todo el mundo. Pero hacerlo bien durante mucho tiempo sí tiene su gracia.

Unai Iturriaga. PHOTO. I. Gorriti

Por eso tienen tanto mérito viñetistas como Javier Etayo, Tasio, que ayer publicó su última tira diaria con nosotras. También articulistas como Raimundo Fitero, que no han fallado un solo día en estos veinte años de GARA. Tasio no puede dejar de pintar, por lo que no perderemos del todo sus dibujos. Aunque sea en dosis homeopáticas. Pero se jubila con pleno derecho. Se despide así de su deber diario y del placer cotidiano de los y las lectoras.

Relevar a un viñetista como Tasio es un problema a la altura de una hazaña. Tiene oficio y estilo, su humor y su trazo son reconocibles, sus críticas son celebradas y compartidas. Ante esa tira en blanco, existe la tentación de intentar recrearlo, de reproducirlo de la mano de otra persona. Creemos que sería un error, porque Tasio es inimitable y porque lo nuestro es el futuro, no la nostalgia. Teniendo todas estas cosas en mente, le propusimos a Unai Iturriaga que afrontase este reto. Nos dijo que sí y empieza hoy, con la tira que a diario firmará como Zugazart. Igual que hizo Tasio primero en “Egin” y luego aquí, Zugazart irá creando su propio estilo en estas páginas, hasta construir un relato propio e ilustrado de nuestra comunidad y de Euskal Herria, con sus taras, sus retos y sus ambiciones.

Ikusi arte, Tasio! Ongi etorri, Zugazart!