‘Vivir la vida’, por Guillermo Ansorena
Guillermo Ansorena
Vivir la vida es
vivir la vida
del principio al final.
Vivir la vida
viviendo todo tiempo
como si fuera el último
y también el primero.
Vivir la vida
gozando cada espacio
como si no lo hubieras visto antes
ni lo fueras a ver después.
Vivir la vida
amándose a sí mismo
y haciéndose de amar
y amando a todo el mundo
y dejándose amar.
Vivir la vida
siendo libre del todo
como preso por nada.
Vivir la vida
tratando a diferentes
como a iguales
y no al revés.
Vivir la vida
en paz con uno mismo
y en paz con los demás
y en paz hasta la guerra
y en guerra hasta la paz.
Vivir la vida
haciendo lo que es justo,
deshaciendo lo injusto.
Vivir la vida
cuidando lo creado
y sin
descuidar el crear.
Vivir la vida
recordando el pasado,
no olvidando el presente
y apuntando el futuro.
Vivir la vida
aprendiendo de errores
y enseñando el acierto.
Vivir la vida
no buscando la felicidad,
sino encontrándose
uno mismo feliz
intentando no perder las sonrisas
ni ganar lagrimones
y sabiendo que no hay nada
que nos impida ser felices
y que todo
puede resultarnos feliz.
Vivir la vida
teniendo claro que la vida es todo un trabajo
y que el trabajo no lo es todo en la vida.
Vivir la vida
sabiendo que el dinero,
tristemente,
hace falta para vivir,
pero que no hace falta
vivir para el dinero.
Vivir la vida
amigado al amor
y amando a los amigos
y haciendo bueno el que al ganar un amor
no hay que perder las amistades
y que al ganar amistades
no hay que perder el amor.
Vivir la vida
con la verdad por delante
y sin la mentira por detrás.
Vivir la vida
con las buenas formas hasta el fondo
y con el mejor fondo hasta en las formas.
Vivir la vida
sin miedo
a nada
ni a nadie
ni al qué dirán
y sin que nada
ni nadie
ni el qué dirán
nos calle…
Vivir la vida
sin ser más
que quienes “son menos”
y sin ser menos
que quienes “son más”.
Vivir la vida
con la cabeza bien alta
y el corazón gigante.
Vivir la vida
con el cuerpo en plena forma
y con el alma a fondo.
Vivir la vida
gustando de las cosas sencillas
y sabiendo que las sencillas son muy “grandes”
y que las muy grandes no suelen ser sencillas.
Vivir la vida
sin grandes lujos
ni grandes miserias.
Vivir la vida
derrochando alegría
y ahorrándonos las penas.
Vivir la vida
guardando tiempo para uno mismo
y dándose a tiempo a los demás.
Vivir la vida
sin arriesgarlo todo
cuando tienes de menos
y sin no arriesgar nada
cuando tienes de más.
Vivir la vida
yendo detrás de los sueños
y delante de la realidades.
Vivir la vida
con la cabeza despierta
y el corazón soñando.
Vivir la vida
con los oídos y los ojos abiertos
y la boca cerrada
cuando hay que oír, ver y callar
y con las manos y los brazos abiertos
y los puños cerrados
cuando hay que dar, recibir y pelear.
Vivir la vida
yendo del hecho al dicho
y no al revés.
Vivir la vida
pensando bien los pasos a dar
y el camino a tomar
y sin temer dar el primer ni el último paso
ni el salir del camino
ni ir por otro distinto,
pero con todo el respeto
del mundo
a quién y a quien camina
y a qué y a los caminos,
y no a quienes atajan
y tampoco al atajo.
Vivir la vida
sabiendo estar bien solo
y mejor acompañado
y sin sentirse solo estando acompañado
ni acompañado estando solo.
Vivir la vida
cayendo en la cuenta de que es más fácil
dar más de lo que se recibe
que recibir más de lo que se da
y sin dar para recibir
ni recibir para dar
y sin esperar recibir lo mismo que se da
ni dar lo mismo que se recibe.
Vivir la vida
destruyendo lo mal construido
y construyendo lo mal destruido
o deconstruyendo
y reconstruyendo.
Vivir la vida
comprendiendo
que no somos nada y que somos todo
y que no somos todo y que somos nada.
Vivir la vida
sin jugar con las cosas serias
y sin aseriar los juegos
o al revés,
vivirla jugando con fuego
y fogueándose en los juegos.
Vivir la vida
sin reír por no llorar
y sin llorar por no reír
y riéndose de las propias lágrimas
y lagrimando por las risas.
Vivir la vida
haciéndolo lo mejor que se pueda
y haciendo el bien que se quiera.
Vivir la vida
queriendo lo que dices
y diciendo lo que quieres
y amando lo que haces
y haciendo lo que amas.
Vivir la vida
entendiendo
que el errar nos hace humanos
y el humanizarnos, acertar.
Vivir la vida
con más sarna con gusto que no pica
y con más gloria que pena
y no aquello ni esto al revés.
Vivir la vida
conociendo
que el cielo está lleno de valientes
y el infierno de cobardes.
Vivir la vida
con cabeza siguiendo las corazonadas
y con corazón siguiendo las cabezonerías
y sin cabezonerías siguiendo al corazón
y sin corazonadas siguiendo a la cabeza.
Vivir la vida
aprovechando las oportunidades
y dando oportunidad a lo provechoso.
Vivir la vida
tratando de hallar el lado cómico a lo dramático
y no el dramático a lo cómico.
Vivir la vida
con la conciencia tranquila
y la tranquilidad consciente.
Vivir la vida
con los pies en la tierra
y la cabeza en el cielo
y no al revés.
Vivir la vida
hablando bien de la gente
y mal de la gentuza
y no al contrario.
Vivir la vida
pensando en las consecuencias de nuestros actos
y actuando las causas de nuestros pensamientos.
Vivir la vida
no dejando para hacer mañana lo que puedas hacer hoy
y haciendo hoy lo que dejaste sin hacer en el pasado.
Vivir la vida
con tiempos muertos cuando la vida pesa lo suyo
y con prórrogas cuando no nos pesa.
Vivir la vida
con maestría
para poner un punto y aparte
o un punto y seguido
o un punto y final
cuando
toca un punto y aparte
o un punto y seguido
o un punto y final.
Vivir la vida
sin dejarse llevar por la marea
cuando hay que nadar a contracorriente
y sin nadar a contracorriente
cuando hay que dejarse llevar por la marea.
Vivir la vida
sacando lo mejor de todo el mundo
y de uno mismo
y metiendo en ambos lo que es bueno.
Vivir la vida
comprendiendo que nunca es tarde para empezar de nuevo
y que siempre es pronto para acabar de viejo.
Vivir la vida
sin olvidar los recuerdos
y recordando los olvidos.
Vivir la vida
humildemente a lo grande
y grandemente a lo humilde.
Vivir la vida
haciendo lo que es justo necesario
y lo que es necesario justo.
Vivir la vida
con la vista puesta en la libertad
y con las gafas de la igualdad puestas.
Vivir la vida
tocando las teclas nuevas
y retocando las viejas.
Vivir la vida
con conciencia
del dónde venimos
y el dónde estamos
y a dónde vamos.
Vivir la vida
superando los problemas
y dando con las soluciones
y sin buscar aquellos
y encontrando estás
si es posible.
Vivir la vida
sin creerse el no va más cuando se va de menos a más
ni el no va menos cuando, de más a menos.
Vivir la vida
mostrando la mejor cara cuando ganas
y sin mostrar la peor si pierdes
o sabiendo ganar con humildad
y perder sin soberbia
o al revés,
sabiendo ganar sin soberbia
y perder con humildad.
Vivir la vida
con un punto de locura
y dos puntos de cordura
o con locura entrecomillas
y cordura sin entrecomillar.
Vivir la vida
mandando cada cual en su vida
y votando por la del conjunto o el común.
Vivir la vida
dándose a valer por uno mismo
y valorando al resto
y al revés.
Vivir la vida
ayudando a quien lo necesita
y necesitando a quien ayuda.
Vivir la vida
moviendo el esqueleto
y de baile en baile
aunque nos quiten lo “bailao”.
Vivir la vida
leyendo bien el pasado y el presente
y escribiendo el futuro.
Vivir la vida
sin querer agradar a todo el mundo,
sino haciendo el mundo que nos agrada.
Vivir la vida
sin arrepentirse por lo hecho y no hecho
y haciendo aquello de lo que no te vas a arrepentir
y dejando sin hacer lo que va a arrepentirte.
Vivir la vida,
en fin,
sin olvidar que estamos vivos
ni que vamos a morir
y mirándole a la cara a la muerte
y sin darle la espalda a la vida.
04 – 06 – 2019