UKB · Ekuru, noche de jazz que germina de las raíces de Euskal Herria

El mundo no es siempre fiesta. Alguna vez también tristeza, pero hay mil motivos para cantar alegre. Si no, las penas que me vienen no te las quiero reprochar a ti. La noche en la que yo muera, al menos, dormid tranquilos. Con estas sílabas aquí traducidas de Imanol ponía punto final esta noche de viernes el concierto de Ekuru en Plateruena Kafe Antzokia de Durango en el marco del ciclo estival Uda Kulturaz Blai (UKB) del ayuntamiento de la villa.

Ekuru en Plateruena. Mugalari.info

El embrión del proyecto se gestó hace dos años con otros componentes. Con el tiempo, la iniciativa del durangarra Ander Erzilla fue tomando cuerpo junto a Irati Bilbao, Iñaki Jaio, Mikel Núñez y Ander García -quien ha relevado a Javier Fernández de Jauregui Txubio–, todos ellos músicos de altura. Además de letras históricas de Larzabal o Xabier Lete, el cuarteto vizcaino que abraza al público con su jazz trufado de incontables influencias han amplificado otras creaciones de Luigi Anselmi -poeta bilbaino que han recomendado- y Andoni Mujika, de casa. El técnico de sonido Igor Iglesias ha captado muy bien el sonido de la banda.

Respeto al silencio

Irati ha aprovechado cada nota para demostrar su capacidad y su querencia por las grandes voces negras. Sus compañeros otro tanto en sus estilos personales, todos demostrando sus dotes -plausibles, por cierto- sin la necesidad de reventar todos al unísono. El respeto, incluso al silencio, se impone en un combo que nace como manantial de las raíces tradicionales de Euskal Herria y se deja deambular por el callejero sonoro de New York, en su Azken Trena alguna entonación podría hacer muga con el pop de Ilargia de Ken Zazpi, y si la batería de Jaio trota libre conduce a otros horizontes sonoros.  Todo es soñable en un calmante concierto de Ekuru porque hay mil motivos para cantar alegre.