‘No molestar’
Se puede entablar amistad con personas y con otros animales.
El potro crece al lado de su madre.
De un ‘hierbal’ a otro.
Y, de pronto, una invitación a no molestar cuelga, como de las habitaciones de los hoteles, del oído.
El comentario es privado; el asfalto, tal vez, no.
Niños decepcionados.
«Los animales no defraudan», aprenden.