Komiklub, 22 años y exposición del nacimiento del fanzine de cómics y de agitación

Jon Roman

Corrían  los años 90 cuando un grupo de personas diversas optó por ofrecer al mundo su particular visión  de las cosas, a veces de forma descarnada y otras apasionada, pero siempre KOMIKA . De este modo surgiò KOMIKLUB: puro espíritu punk sin ataduras.

De los comienzos del fanzine recordamos a Deme e Iñaki Rodríguez, Alex Olabarri, Carlos Murua, Angel Gallo, Xabier Etxeita, Gorka Odriozola, Iván Muñoz, Jon Román, Isma Iglesias, Carlos Alonso y Nerea, nuestra mecenas. Más adelante se incorporaron Anartz Aranguena, Darío San Emeterio y José Cerros.

Posteriormente se fueron sumando dibujantes de la zona y de otras latitudes: Ander Lauzirika, Rober Garay, Igor Zorrozua ‘Zorro’, Imanol Garaizabal, Txintxi, Xanti Rodríguez, Fernan San Vicente, Piedad Ortiz, Alex Calvo, Maite Yurrebaso, Joxe Amantegi, Guille, Jagoba Prida, Gorka Vazquez, Ander Sarabia,  J. Calvellido, Roñax, Asier Arrillaga, Txopez, Fran (Ermua),  Eneko Barrenetxea (crítica musical)…. Y algunos más que nos dejamos en el tintero. Disculpas.

Todo, por la satisfacción que supone poder dibujar y publicar sin que nadie te diga que no.  Nadie cuestionaba la calidad de lo que se presentaba (bueno alguna vez desechamos algunos trabajos), pero no era lo habitual.

Komiklub  fue un acto de orgullo o de chulería inconsciente; no hacía falta que nadie nos invitase a publicar nuestro dibujos, nosotros mismos lo haríamos.

De esta manera surgió Komiklub. A principios del año 1994 algunos aficionados al cómic  del Duranguesado tomábamos la decisión de autoeditar nuestro propio fanzine.

14 intensos números que fueron apareciendo a lo largo de los siete años que nos duró la inspiración y tuvimos tiempo para hacerlo.

En aquel momento, el mundo de la historieta ilustrada en Euskal Herria  pivotaba entre Gasteiz (TMEO) e Iruña (NAPARHEID);  al mismo tiempo aparecía en Bilbo la COMICTIBA, que promovía Nacho Allende (Torbe). La aparición de Komiklub despertó interés en el mundillo del cómic euskaldún como foráneo. Esta buena acogida nos permitió intercambiar experiencias y fanzines con gente de los lugares más insólitos. Si echáis un vistazo al fanzine, podréis leer historietas enviadas desde diferentes países.

Esta buena acogida no tuvo su correspondencia en Durango.  A pesar de distribuirlo en bares y librerías del pueblo (lo que nos financiaba en gran medida), su incidencia fue escasa. No nos tomaron en serio, es un decir.

Fueron unos años de trabajo duro, pero gratificante. Organizamos varias semanas del cómic, alguna que otra exposición a la que no fue casi nadie y aprendimos cuatro cosillas sobre este negoció de la edición y distribución.

Komiklub se convirtió en una herramienta de experimentación, que muchas veces traspasaba los límites de lo  que hoy en día conocemos como “políticamente correcto”. Eran otros tiempos y nadie reparaba en unos dibujillos mal hechos; en estos momentos, a más de uno de los miembros del colectivo le hubiesen aplicado la antiterrorista.

El día 20 de marzo en Plateruena, se montará una pequeña exposición-feria en torno a Komiklub.

Tanto como si conocisteis o no el fanzine, os invitamos a compartir una pequeña parte de lo que vivimos a través de las páginas de Komiklub.

Mila esker guztioi!

+info: https://komiklub.wordpress.com/